Tardes de Cine

Ficciones, Mentiras e Ilusiones Ópticas de la Vida Real

22.9.05

Primavera

El cambio de estación me llama al silencio.

21.9.05

Femenino

Raro estar de vuelta en la oficina. Voy saliendo para ARTV a montar un nuevo episodio de la geografía musical de Chile. En el avión me vine leyendo "La Vida, instrucciones de uso", esa novela monumental de Georges Perec. Como el ejemplar que tengo está en inglés, me estoy demorando el doble de lo habitual. Volando entre Fortaleza y Natal, donde el avión hizo una escala, finalmente penetré en la atmósfera de la historia, todo lo que iba leyendo parecía tener sentido, casi como si de pronto estuvieras hablando con el que escribió, como si hubieras podido transportarte al momento en que el autor estaba en su cuarto escribiendo, contándote un cuento.
Al final de la cena el último día, me despedí de todos los viejos que se quedaron en el restorán tomando whisky (Patricia, una argentina llamada Dolly Pussi, Francis, el venezolano y su rusa, y un par de brasileños más) y me fui con los demás realizadores a un lugar donde se tomaba cachaza sola. Cuando me despedí de Natasha, la rusa, me hizo sentarme con ella y me dijo unas cosas en alemán que en ese momento no pesqué mayormente, pero que han quedado resonando desde entonces. El primer día cuando le conté el título de mi corto, me preguntó si la alusión al caracol se refería a una mujer. Como puse cara de no entender nada, me explicó que en alemán y en ruso el caracol es un habitual símbolo femenino y que incluso se puede decir caracol para referirse al sexo de una chica, así como en Chile se dice sapo. Le dije que nada que ver, que era otra cosa. Tres días después al despedirnos, me felicitó por la peli y me dijo que por qué le había dicho que no era así, si claramente el corto se trataba del caracol femenino que ella me había dicho el primer día. Me peló el cable con Jung, pero después me dijo que no tenía nada que ver con algo rebuscado intelectualmente y que ella podía entender que para muchos europeos mi película fuera profundamente perturbadora, justamente por el rodeo que da para hablar de las mujeres en la forma en que lo hace. Le dije que ésa era un lectura posible y ella me respondió que seguramente lo había hecho sin darme cuenta. Me prometió mandarme unas películas de Georgia con sentido del humor semejante. Fue una de esas conversaciones extrañas, hablando en alemán, en un pueblo del norte de Brasil, sudando con el calor de la noche, nombrando leyendas rusas y describiendo el sur de Chile. Recién al día siguiente caí en cuenta de esa conversación y empecé a notar ciertas claves raras en cosas que me dijo esta mujer, ciertas indicios entre líneas, que no tienen que ver con que me haya estado tirando los cortes, sino con que de alguna manera el corto hizo un click en ella que no sólo la llevó por unos paisajes internos que tenían que ver con su infancia, sino que además le permitió entender exactamente cuál es el trance por el que estoy pasando ahora mismo y respecto del cual me dio el mejor consejo que nadie haya podido darme.

20.9.05

Gorriones

La exhibición de mi corto estuve buenísima. Nada como eso para levantar el ánimo. Incluso tuve un rapto de inspiración y presenté la peli en portugués. Creo que hablé mejor que en español, no sé qué me pasó. El público se rió mucho y al final varias personas se acercaron a saludarme. También dieron una peli argentina tiernísima que se llamaba "Viaje a Marte". Una pena que ahora que ya estaba entrando más en onda, relajándome y disfrutando más, justamente tengo que volverme a Santiago. Siempre me pasa lo mismo cuando tengo mini vacaciones.
Esta mañana me levanté a desayunar a las ocho. Mi taxi debía estar aquí a las 9, pero tiene 40 minutos de retraso. Igual nadie se alarma, así que supongo que está todo bien. Mientras desayunaba, fui por unas rodajas de piña y dejé mi plato en la mesa junto a la piscina. Al volver me encontré con dos gorriones picoteando las migas de pan. No quise molestarlos y los dejé ahí, haciendo lo suyo.
Me avisan que llegó mi taxi. La ruta es ésta: Canoa-Fortaleza-Sao Paulo-Pudahuel-Providencia. Dormir unas cuantas horas. Y luego partir a trabajar.

19.9.05

Saudade

Hoy me toca presentar mi peli. Todo la gente del festival salió esta mañana a un paseo en boogie por las dunas y el mar, pero yo preferí quedarme en el hotel y salir a caminar solo, tomar unas cuantas cervezas, perderme, sudar bajo el sol. Increíble como cuando uno anda solo en este país mucha más gente se te acerca a saludarte y decirte cualquier cosa. Son amables los brasileños.
Mañana ya regreso y el viaje lo he sentido ligero y breve como una burbuja.

18.9.05

Un Día sin Chilenos

Éste ha sido un 18 poco patriota como pocos. Anoche me acosté muy tarde, pasado el amanecer. Hubo una fiesta de la luna llena en la playa junto al pueblo. Uno bailaba con los pies metidos en el agua. Circulaban las caipirinhas, la cerveza, los tronchos. La escena tenía una cosa ligeramente exagerada, como de película gringa sobre el placer tercermundista: palmeras, mar caliente, una bandera de Bob Marley flameando, un símbolo de la paz tallado en madera brillando en las dunas.
Me acuerdo que una vez pasé un 18 en el avión. Además en Londres hubo varios 18 de septiembre sin chilenos, convertidos en un día más. En una ocasión, fuimos con mi novia de la época a una celebración en un bar irlandés que organizaba la embajada de Chile. Casi todos los chilenos que asistían eran exiliados e hijos de exiliados, gente que llevaba en Londres más de 20 y hasta 30 años. Nos tocó en una mesa con una familia de profesores que desde su llegada a Inglaterra 25 años antes se dedicaban a la limpieza en hospitales, trenes, bares. Conservaban una cierta dignidad académica pese a todo y contaban con orgullo su pasado como dirigentes gremiales. El hijo, Rodrigo me acuerdo que se llamaba, tenía unos 35 años y hablaba español con acento inglés. El tipo había sido enviado por sus padres comunistas a la universidad en Bulgaria. Parece que Bulgaria era un lugar de entrenamiento académico y paramilitar para los jóvenes de la izquierda en el exilio. Jóvenes que nunca llegaron a realizar las grandes tareas para las cuales fueron entrenados. Rodrigo pasó el primer año estudiando búlgaro. Su sueño era entrar a arquitectura. Sin embargo, fracasó en el examen de idioma y una prueba específica. Le dieron otras opciones para elegir y por descarte optó por estudiar cine. Después de todo era una cosa creativa. A los tres meses, el tipo se dio cuenta que el curso universitario de cuatro años que estaba haciendo no lo preparaba ni para la dirección de cine ni para la producción de cine sino que para la proyección de cine. Resignado, completó sus estudios y regresó a Londres. Todos sus amigos chilenos se casaron con búlgaras menos él. Tenía una novia que lo siguió a Inglaterra, pero a poco andar tuvo que dejarla ya que comprendió que estaba con él sólo por interés y lo presionaba para casarse rápido. Rod, que así se autodenominaba, contaba estas historias con una calma y una paciencia que detenían el tiempo. Sólo bebía Guiness. Fue el 18 de septiembre más chileno que alguna vez tuve.
Hoy comí camarones. Acabo de ver unos documentales espantosos. Lo mejor han sido dos cortos. Uno llamado "Más que el Mundo" de Lautaro Núñez de Argentina. Muy minimalista, sin diálogos, habla de un cazador cuyo único amigo es un perro. Cuando se enamora de la hija de un vecino sobreviene la desgracia. Es simple y bello, casi como un sueño. El otro corto notable se llama "Viaje" y es de la mexicana Gabriela Monroy. Versión chilanga de Hansel y Gretel, trata sobre un padre que decide deshacerse de su hijo autista en el metro de Ciudad de México. Muy elegante y sutil. Charlando con la directora me contó que tiró 15 mil pies de material para hacerlo. Es un corto de 10 minutos. 5 veces más que lo yo tuve para "XX". Hay dos cosas que me he dado cuenta que hacen los directores argentinos, mexicanos y brasileños que los ayudan a ser tan exitosos con sus proyectos. Uno: desarrollan a full. Cuando ganan becas para los guiones, paran de hacer cualquier cosa durante meses y sólo escriben y piensan. Dos: tiran muchísimo material. Por algo ha sido tan duro entrar a los festivales top. Está lleno de gente talentosa haciendo cosas buenísimas.
Más tarde veré un corto colombiano. El realizador llegó hoy. Los mexicanos dicen que ahora sí las fiestas van a poder durar hasta tarde.

17.9.05

Fortaleza

Mi viejo me dejó en el aeropuerto antes de ayer. En la mañana la ida a Corfo fue un fiasco. Estuve torpe y poco lúcido en la defensa de mi proyecto frente a la comisión, que lideraba Cristián Galaz junto Lubbert y un par de extranjeros. Se me ocurrieron cosas mucho más inteligentes para decir mientras caminaba por Moneda a la salida de la reunión.
El vuelo a Fortaleza hacía escala en Sao Paulo. Se suponía que debía esperar como 3 horas, sin embargo, todo se atrasó y por poco pierdo la conexión. Mientras me embarcaba, vi pasar a una chica ruda con pinta de travesti que llevaba orgullosa una estatuilla dorada con la figura de un tipo sacando músculos. Qué feliz que iba la campeona de fisicoculturismo. Qué sonrisa más linda le iluminaba la cara. Me imaginé que estaba tomando su avión de vuelta a algún pueblo chico donde entrenan en condiciones miserables y que este viaje a Sao Paulo había sido la gran aventura. Quizá no era así, pero su alegría era tan genuina y tan cándida que no pude dejar de imaginarla en un campo entre las palmeras haciendo sentadillas.
Como el avión iba tan lleno al final me metieron en business. Al llegar a Fortaleza me estaban esperando del festival. Me llevaron a un hotel desde el cual se veía la playa y filas enormes de edificios blancos, unos montados con otros. Ya eran casi las dos de la mañana así que el viaje a Canoa se pospuso hasta el día siguiente. Eso fue ayer. Nos vinimos en una van junto a Patricia, la organizadora, Lautaro Núñez, que es un director argentino, un venezolano, una brasileña, un brasileño y una rusa con la que me comunico en alemán y que es pareja del venezolano. El lugar donde nos quedamos es literalmente un resort.
Paradójicamente las pelis se exhiben en una multicancha en Canoa, al aire libre y antes de empezar toca la orquesta del pueblo con su estilo militar, o sea, una onda familiar, sencilla y de pueblo, nada de turístico o glamoroso. La banda tocó temas locales, pero también una de Bob Dylan y "Bésame Mucho". Era lindo que alguna gente cantaba con esa libertad que los brasileños saben tener.
Apenas llegamos al resort y vimos la playa nos fuimos a bañar. Las olas son pequeñas, pero las hay. El mar es casi cálido y el agua es muy verde. Patricia, que es como una mamá, nos dijo a Lautaro y a mí: "niños, tengan cuidado con las rocas." Hasta ahí íbamos increíble, pero apenas lo dijo me agarró una ola un poco más fuerte y me azotó contra una roca. Puse las manos y así salvé la cabeza, pero el empeine lo azoté violentamente contra las piedras. Cuando salí del agua tenía todo el pie bañado en sangre y un tajo que abría la carne del empeine. Creo que a veces es mejor sangrar.

15.9.05

Madrugada

He tenido que madrugar en el día de hoy. Se me había quedado en la oficina la carta de invitación del festival brasileño al cual parto más tarde. Y además debo ir a las oficinas de Corfo a las 9.30 am. El concurso de desarrollo de proyectos cinematográficos decidió crear una instancia intermedia en que los proyectos preseleccionados pueden defender puntos sobre los cuales existen dudas. Mi largo "Ilusiones Ópticas" ha llegado a esta instancia y ahí tendré que ir a defenderlo para que no tema. Sería lindo ganar e ir acumulando chances de rodar pronto. Un rodaje es la mejor medicina para el espíritu. Una forma material y práctica de luchar contra los demonios interiores, los vampiros de yeso, las pulgas de hielo, en fin, todo tipo de fantasmas.

14.9.05

Amigos

Ayer había escrito un post sobre una cena con unos amigos, pero finalmente lo borré para no herir susceptibilidades. Como sea, la velada fue en casa de Andrés Haye, compañero de universidad, y los invitados eran David Preiss y Salvador Millaleo. A Preiss lo veo poco últimamente y a Millaleo menos, porque vive en Alemania. Por allá por el 98, Haye, Preiss y yo sacamos un libro con ensayos nuestros que Millaleo se encargó de presentar. Tengo la sensación que eramos odiosos.
Anoche asistí a la premiación del concurso de nanometrajes urbanos. El presentador era un titubeante Benjamín Vicuña, que no sólo no se sabía el guión sino que además quedaba como imbécil cada vez que improvisaba. No sé quien tuvo la genial idea de ponerlo. Curiosamente algo así como la mitad de los cortos premiados venían directamente de la pre-selección que yo mismo hice durante dos noches de insomnio. El ganador fue justamente uno que venía de mi camada, pero no era para nada uno de mis favoritos. De hecho, en un momento lo había descartado y luego revisé todo, saqué dos videos del lote e hice un repechaje. En ese repechaje entró de vuelta el video que terminó llevándose los dos millones de pesos. Azar.
Julio Carrasco y Yael amenizaron mi pasada por el cotelé y después partí al bar Normandie a juntarme con Xavier Guijón, un compañero de curso del colegio al que sólo había visto una vez en los últimos diez años y eso fue en el funeral del Robert Fromm, otro de nuestros compañeros, que murió buceando en México. Xavier es abogado y trabaja en un estudio importante. Él estaba bastante más al día que yo respecto de las vidas de mis compañeros. Supe que una de las chicas tiene tres hijos y que uno de los chicos maneja un Audi y vive en un lujoso departamente en Río de Janeiro donde es ejecutivo de una transnacional. Le miraba la cara a Xavier y trataba de imaginármelo cuando era más chico, con más pelo y con esa cara rosadita que tenía. Hay momentos en que las personas logran esa expresión de niño y uno puede ver como eran antes de perder hasta el asomo de la inocencia.
En un rato más me voy al lanzamiento del Fondo del Cine. Por fin. Se supone que era en julio la cosa. Después de eso almuerzo con mi padre en el Parrón. Y divago. Vuelvo a mi oficina. Divago y recuerdo. Extraño días de calma. Me paso películas. Preparo maletas. Mañana temprano salgo rumbo a Brasil.

12.9.05

Concurso

¿De cuantos pedazos está hecha una persona?

11.9.05

Oscura

Ayer estuve todo el día en la oficina sincronizando el material de mi corto. Sin presupuesto y sin asistente al cual recurrir, el director aperra con todo. Después me junté con mi amigo K y nos tomamos un par de chelas antes de ir al concierto de las bandas gringas que hicieron la música de "Play". El concierto fue en el cine Normandie y tocaban L' Altra (banda del novio de Alicia, la directora de "Play"), Pulseprogramming y Telefon Tel Aviv. Ninguno de los conjuntos estaba completo, pero ahí se parchaban unos con otros. No sé si fueron las chelas o unas empanadas que me comí al mediodía, pero en la medida que la noche avanzaba me fui sintiendo cada vez peor. Tenía náuseas, me dolía el estómago y poco antes del inicio del último número opté por la retirada en solitario.
Caminando por la Alameda traté de entender algo sobre el mar de cosas que me han arrollado en el último tiempo. No avancé en nada. Es uno de esos momentos en que cuesta entender quién está contigo y quién está en tu contra. El viento nocturno poco a poco me hizo sentir mejor. Y al llegar a Plaza Italia había un cartel con la mejor sonrisa de Bachelet que decía: estoy contigo. Increíble como los publicistas pueden tener sus aciertos. Justo K me había estado contando que Bachelet fue su pediatra cuando niño y algo así como su primera fantasía erótica. Al parecer cuando joven era guapísima. Terminé caminando hasta mi casa en Providencia, igual de confundido que al salir. Al llegar vomité y me fui a la cama. Fue una noche oscura y fresca.

10.9.05

Insecticida

Anoche soñé que era un insecto. Una cosa kafkiana, o sea, con brazos de insecto, pero con tamaño humano. Me dieron ganas de volver a David Cronenberg. Igual era una sensación agradable. Más que asco, provocaba una morbosa admiración y no me producía angustia ser un freak. Alguien me ofrecía ir a buscar un espejo para verme la cara, pero yo decía que tenía que pensarlo y me quedaba mucho rato pegado tratando de decidir.
A partir del jueves, en el Cine Alameda se repuso mi corto "El Tesoro de los Caracoles". Ni idea por qué si el evento lo hicimos la semana anterior, luego se demoró en partir. Supongo que hubo algún acto de fuerza mayor. Como sea, cada día las 20.15 el corto corre en la sala 2 y la entrada vale módicos $ 500. Los que aún no lo han visto, supongo que será la última oportunidad.

9.9.05

Fotos de Rodaje



Parece una eternidad desde que esta fotos fueron tomadas, pero en realidad fue hace apenas un mes. Aquí los productores del corto: Bruno y Waissbluth.





De nuevo el productor, que duplicaba como señor del catering y hasta hacía un poco de foto fija, junto a Mercedes, estrella del equipo de arte.





Este trío lo componen el asistente de dirección, el director de foto y el director mismo, caracterizado en el personaje de Sebastián, ex de la protagonista.





El tigre, el actor y la actriz, cada uno posando a su manera y con semejante glamour.

8.9.05

Jugar

Pocas veces me he sentido tan identificado con una peli chilena como me sentí con "Play". Seguramente hay otras pelis que son mejores o más trascendentes o más perfectas o más importantes. Pero "Play" es una película que me parece que interpreta un cierto estado de ánimo generacional, que se toma menos en serio a sí mismo, que se permite jugar y equivocarse y que por sobre todas las cosas ama el cine. Hay películas chilenas en que uno se da cuenta que los realizadores no son amantes del cine, que únicamente lo usan como un medio para contar una historia equis que podría contarse como cuento, como chiste o como serie de televisión. "Play" exuda cine en cada uno de sus detalles.
¿Cuál es la historia? Tristán es un tipo de treinta, cuya novia lo deja. Cristina es una chica mapuche que vive en Santiago hace poco y que encuentra que la ciudad es linda. Tristán pierde su maletín. Cristina lo encuentra. Siguiéndolo por la ciudad, estudiando el contenido del maletín y sobre todo, escuchando la música que venía en el ipod del susodicho, Cristina reconstruye la vida de Tristán como quien arma un puzzle.
El Santiago que se muestra en la peli es una ciudad graciosa, repleta de pequeños personajes y rincones que tienen sus momentos de brillo. No hay un dereivar dramatico en la historia, sino más bien una cierta emoción entre ligera y triste, que de pronto se apodera del espectador (al menos de mí) y que lo arrastra. Punto alto: el sentido del humor de Alicia. Yo conocía el guión y muchos de los chistes me parecieron buenos. La puesta en escena sólo los hizo mejores.
En cualquier caso, "Play" no es perfecta. A ratos el HD flickea, sobre todo en los paneos. Andrés Ulloa es debil como protagónico masculino. Hay dos o tres escenas, como la del asalto a Tristán, que no están al mismo nivel del resto de la peli. Sin embargo, estos defectos no opacan en nada todo lo bueno que la peli ofrece, empezando por una Viviana Herrera notable. Ademas, me ocurrió que pasado un cierto punto en que la peli me conquistó, me olvidé que soy cineasta y en vez de apreciar puesta en escena, sobriedad de actuaciones, estilos de cámara u otras boludeces, simplemente me dejé llevar y me emocioné. Si fuera crítico de cine le pondría muchas estrellas.

7.9.05

Finalmente

Tras sufrir bastante, por fin tengo en mi poder el negativo revelado de mi cortometraje "XX". A las 12 tengo el transfer en Chilefilms. Ese proceso consiste en traspasar el material desde 35mm a video para poder hacer el montaje digitalmente, es decir, en el mismo G4 desde el cual escribo estas líneas. Antes debo pasar corriendo a Flama a comprar una cinta DV y luego veré la luz (eso espero).
Anoche fui al avant premiere de Play. ¿Qué puedo decir sobre una película que me conmueve tanto que llega a suspender mi capacidad crítica? Esta noche o mañana voy a hacer el intento de escribir un poco. Pero dejo advertido desde ya a todos los lectores de este blog que "Play" es una película maravillosa y nadie debería dejar de verla. Me hizo sentir feliz, casi se me salieron unas lágrimas y vivir en Santiago no me pareció tan terrible. Para una película, eso ya es bastante.

6.9.05

Los Muebles en Vivo

Julio Carrasco, Cristóbal Bianchi y Santiago Barcaza deleitaron al público con los temas de su álbum Somos Los Muebles.




5.9.05

Silbar

Camino a la oficina esta mañana me puse a silbar. Primero silbé un tema que creo que se llama "Canción Mixteca" o algo así. Aparece en "Paris, Texas", cantada con acento inglés. En "Las Enseñanzas de Don Juan" hay una parte en que el brujo la canta para su aprendiz. Dice la letra: qué lejos estoy del pueblo donde nací. Luego silbé el tema de Becaud que no programé en la concierto por creer que era de Duteil. Me acordé de cuando lo cantábamos con mis hermanas y hasta pude verlo como una escena de película, tres niños cantando en el auto. Me pareció bonito y hasta se me pararon los pelos. Después silbé "Bésame Mucho" y una señora con la que me crucé, me flirteó descaradamente. Son los gajes del silbador de calle.

4.9.05

Frío

Justo ayer hizo un frío de mierda y salí de casa sin mi gorro. Como ando calvo, el viento que sopla se siente el doble. Siempre he pensado que "Frío" es un buen título para una película. El argumento lo veo entre dramático y metereológico. Un poco como esa historia de Bolaño en "Llamadas Telefónicas" en que un chileno en Rusia se enamora de una chica que practica salto alto que es además amante del capo de la mafia deportiva en la cual todos están metidos. La escena en que la chica se deshace de él es de una frialdad que para los pelos. No recuerdo bien la secuencia de los hechos, pero creo que ella miraba por la ventana y le decía algo muy trivial y pragmático, si no me equivoco se relacionaba con el dinero o con el clima. Invierno a full.

2.9.05

Soñar

Hace dos días tuve un sueño increíble. Iba yo caminando por el campo de mi abuelo. El cielo estaba despejado y mis pasos levantaban polvo en el callejón de tierra, cercado por alambres de púa y rodeado de pampas. De repente ví un pájaro blanco enorme. Era mucho más grande que un pájaro normal. Se ponía a sobrevolarme. Mi primera reacción fue de susto. A menudo sueño con pájaros y suelen ser sueños violentos. Eso me viene ocurriendo hace unos 20 años (tengo el recuerdo vívido de la primera vez que luché cuerpo a cuerpo con un pájaro que me picoteaba un brazo, fue en 1986). Esta vez, el susto dio paso a la sorpresa cuando de pronto vi un segundo pájaro blanco enorme sobrevolándome. Y luego un tercero y un cuarto. Poco después eran muchos, como una sola mancha blanca girando sobre mí. Yo tenía el cuello contorsionado para contemplar este espectáculo y de pronto me empecé a ir de espaldas. Fue una caída en cámara lenta. Aunque al principio estaba en el callejón de tierra, caí blandito sobre el pasto. Y seguí mirando como una bandada de pájaros gigantes volaba sobre mí hasta que desperté.
No tengo idea qué significa eso que viví, pero es una de las cosas buenas que me han ocurrido en el último tiempo.

1.9.05

Era Becaud

Anoche estaba invitado a dos carretes a la misma hora. Uno era la despedida de Karina, una de las chicas de MC Films, que se va a vivir a Italia. El otro era la presentación del making off y las canciones de "Se Arrienda", la peli de Fuguet. Como ambos eventos quedaban en el mismo barrio opté por ir a lo de MC para luego desplazarme hacia la taquillera situación de Fuguet. Sin embargo, en MC me encontré con una comida mexicana increíble, mariachis, una onda afectuosa que nos fue atrapando a todos los que habíamos ido sólo a saludar, Hugo, la Pochi, unos cuantos periodistas de cine y alcohol a destajo. Nunca llegué al segundo carrete como era de esperarse. Los discursos de despedida pusieron al día el sentimentalismo. Entre los invitados había una chica francesa, Marie, a la cual le expliqué el asunto con Duteil y la canción que no fue hallada. Cuando le canté el tema, me miró muerta de la risa: no era de Yves Duteil, sino que de Gilbert Becaud. Con razón no aparecía por ninguna parte el fucking tema. Primero pensé que Marie me estaba tomando el pelo, pero en realidad fue hace tanto tiempo la cosa y como efectivamente la cinta tenía temas de Becaud, debe ser cierto. Igual hubiese sido muy vergonzoso salir en radio presentando un tema de Yves Duteil y que después algún franchute se ponga a llamar por teléfono para desmentirme.
Otro de los puntos altos de la noche fue que había como siete críticos de cine. Siempre es bueno ponerle cara a los nombres. Estaban los chicos de Mabuse, una de mis páginas de cine favoritas. Curioso que se hayan sorprendido cuando les dije que los admiraba y que pensaba que todos los cineastas los toman muy en serio. Quizá fue falsa modestia o pudor, pero como sea, me cayeron bien. También estaban Christian Ramírez, que escribe en Artes y Letras, y Carola Urrutia, una chica que ubicaba de vista de mi época de la universidad y que hasta hace poco escribía en Wikén. Igual debe ser agradable ser crítico de cine y estar todo el santo día preocupado de ver películas, leer y aprender de cine, sin la neurosis de tener que levantar tus pelis. Lo mejor es que reciben un sueldo mensual por estar todo el día pensando en cine. Sospecho que a poco andar me pelearía con mi jefe.
 
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