Tardes de Cine

Ficciones, Mentiras e Ilusiones Ópticas de la Vida Real

30.1.08

Kaurismaki en Santiago

Enero ha sido un mes intenso. Vi 8 películas del gran Aki Kaurismaki en la Biblioteca de Santiago. Mis favoritas: "I hired a contract killer", "Nubes pasajeras" y "La vida bohemia". Viendo la progresión de sus películas, pude apreciar la obsesión del director por retratar las pequeñas grandes injusticias, tomando siempre partido por el oprimido, pero sin sucumbir a los sentimentalismos ni los golpes bajos y consiguiendo siempre lubricar los dramas personales con un toque de ligereza y humor. Es divertido que algunas personas consideren que Kaurismaki es un pesimista sin vuelta y otros lo tilden de optimista sin mesura. Me parece que es básicamente un tipo moderado. El optimismo es un tema recurrente dentro de sus películas, pero pasa habitualmente por no claudicar y el algún punto en que todo está saliendo muy mal, mantenerse a flote. Si el cine gringo de los 3 actos habitualmente está teñido de un ideología instrumental donde el héroe cumple sus metas, utilizando en forma racional sus recursos y tomando las decisiones apropiadas, acá el héroe es un tipo que generalmente no está en control de la situación, que está más bien a la merced de circunstancias que de un segundo a otro pueden pasar de favorables a desfavorables sin que él o ella intervenga en lo más mínimo. Sin embargo, lo que sí está en sus manos es no doblegarse ante la adversidad y en ese sentido, mantener una cierta cuota de dignidad. Si bien su estilo es artificioso a morir, es un cine comprometido. Así, podría decirse que más que realismo social, practica la fantasía social o el artificio social. Quizá lo más apropiado sería hablar de fábula social.
Pero no todo ha sido Kaurismaki este enero. Vi también "La Ciudad de los Fotógrafos". Me la había perdido varias veces el 2007. Tuve que hacer dos intentos, porque cuando fui al Festival Cine UC no pude entrar por entradas agotadas (esas cosas inexplicables, todo el año la cartelera es paupérrima, porque supuestamente no hay suficiente público y ahora en enero, 5 veces no pude entrar a algo por entradas agotadas, que alguien me explique eso, por favor). Si bien en términos formales el docu es un poco plano, tiene el coraje de irle de frente a un tema delicado y salir bien parado. Digo delicado, porque narrar una tragedia como la que presenciaron los fotógrafos de la AFI es un ejercicio que fácilmente puede hacernos caer en sentimentalismos o golpes bajos (de ésos que Kaurismaki evita todo el tiempo, pese a pasar caminando a menos de dos metros). Anclándose en la cercanía personal del director con uno de los fotógrafos (su padre) y desde ahí con el resto del lote, el director se pasea por un verdadero álbum de fotos icónicas, cada una de las cuales tiene una historia, un espacio y un testigo con nombre y apellido, por lo general el mismo tipo que tomó la foto. Un gran acierto narrativo ocurre cuando una vez presentado el aspecto épico de esta labor, se muestra la contracara: la deshumanización vivida por fotógrafos acostumbrados de pronto a ser testigos de la violencia represiva. Buitres, como ellos mismos se autodescriben. En ese punto, al exhibirnos la grieta, la contradicción, justamente se consigue humanizar a los tipos, lo que se remata enseguida con la tragedia que significa para ellos la muerte de Rodrigo Rojas Denegri. Especie de mascota, muy joven, ingenuo, osado y que no tuvo la sapiencia de los tipos más viejos para jugar el juego del fotógrafo de protestas. Una tragedia indescriptible.
Caminando a la salida del Normandie no pude evitar preguntarme por qué los directores chilenos de ficción no se atreven o no quieren contar una historia como ésta. Hubo directores que dieron la pelea en esos años, algunos hicieron teleanálisis, lo que los emparenta con la AFI. ¿Por qué nadie quiere contar una historia que nos recuerde cómo era vivir en Chile en los 80? ¿Por miedo al fracaso comercial? Al menos en el extranjero, alta chance de ser un hit. ¿Por hastío con el tema? Lo dudo mucho. ¿Por pudor? Puede ser. Es tan trágico ese Chile que hay que ser una especie de Nacho Agüero para meter de contrabando el tono que uno quiere y no el que la historia por sí sola pide a gritos. ¿Por no saber cómo abordar un proyecto de esa naturaleza? Puede ser. Y esto no quiere decir que sea de ineptos.
Directores de mi generación han dicho en entrevistas que la dictadura no les interesa en absoluto, y lo dicen orgullosos. Me excluyo de ese grupo, pero tampoco sabría muy bien por dónde empezar.

20.1.08

Entrevista con Maria Järvenhelmi

Una de las actrices de "Luces al Atardecer" se explaya brevemente acerca de su trabajo con Aki Kaurismaki. Gentileza de BBC Collective.

19.1.08

Posibilidad

Sigo el montaje de mi película a velocidad crucero. Ya llegué a ese momento en que hay que cortar, pero en que todo lo que queda por sacar duele y hay que elegir lo que duele menos. Pero avanzamos. Como un transatlántico.
El otro día quedé con Galut de ir a ver la nueva peli de Wes Anderson al festival de Cine UC. Teníamos ganas de verla, pero suponíamos también que podía ser útil para el momento actual del montaje en que tenemos que modelar con mayor precisión el tono de la peli. Por supuesto, nos confundimos y llegamos al cine el día en que daban "Luces del Atardecer" de Aki Kaurismaki. Soy fan del finlandés desde que tuve la suerte en 1996 de ver "Nubes pasajeras", creo que una peli que clasifica en mi top ten personal. Algunos años más tarde dieron un ciclo de los dos hermanos Kaurismaki en el Normandie. De ese ciclo recuerdo especialmente "Ariel" de Aki y "Rosso" de Mika.
"Luces al Atardecer" es una película que si bien mantiene el estilo sobrio e hiper contenido que caracteriza a Aki, posee un montaje algo más abrupto y sintético, con muchas escenas y muchos planos. Al interior del plano el ritmo es resposado, pero el corte llega de sopetón, afilado y casi siempre unos cuantos cuadros antes del corte natural considerando el movimiento al interior del plano. La historia sigue el camino de su obra anterior, poblada de personajes solitarios, viviendo al borde, carentes de habilidades sociales y ajenos a los afectos: Koistinen es un guardia de seguridad de mall que ambiciona una mejor surte. Se enreda con una mujer y un grupo de mafiosos, lo que lo conducirá por un despeñadero gogoliano. Esta película tiene esos momentos en que uno piensa: esto ya no puede empeorar. Y empeora. A la vez desliza siempre una posibilidad futura, una aspiración de algo mejor aún cuando toda la evidencia concreta indica que no habría de dónde mentener alguna esperanza viva. Notable.
Por esto días en la Biblioteca de Santiago se está realizando una completa retrospectiva de Aki Kaurismaki. No hay que perdérsela.

10.1.08

Supervivencia

Hoy me tocó integrar la comisión de un examen de título en la escuela de cine del instituto Arcos. Me desocupeé 20 minutos antes del mediodía. En ese momento rajé hacia el metro Plaza de Armas, me bajé en Pedro de Valdivia, tomé un taxi y llegué con un ligero atraso a la charla de Nicoles Krauss en la Universidad Finis Terrae. Contrariamente a lo que esperaba, no había una aglomeración en la conferencia. Como mucho éramos unas 40-50 personas, todos sentados, nadie de pie, algo demasiado decente y tranquilo en relación a la fama de Nicole. Como todo el mundo en Estados Unidos, la conferencista está entusiasmadísima con Roberto Bolaño y buena parte de la conferencia se usó para hablar de él. Roberto Brodsky, también sentado a la mesa, relató el momento en que Bolaño recibió el Rómulo Gallegos, algo incómodo con la pompa oficial que involucraba el asunto y que no pegaba para nada con una suerte de militancia del estar en el borde que siempre lo caracterizó.
Brodsky habló de la afinidad que Bolaño sentía por los narradores norteamericanos, mencionando a Saul Bellow, Twain, Fulkner, Auster, Dick y Roth como algunos de sus referentes. Yo no me atreví a tomar la palabra, pero me hubiese gustado añadir un nombre que el mismo Bolaño mencionó una vez en una conversación telefónica cuando le pregunté por su autor gringo favorito: James Ellroy. Ni idea si eso fue algo duradero o un impulso momentáneo, Bolaño siempre se caracterizó por ser un lunático, hacer declaraciones incendiarias para 2 semanas más tarde declarar algo totalmente opuesto como si nada.
Nicole Krauss es una especie de hada intelectual, una chica buena como el pan, que hablaba con frases redondas y perfectas y sonreía de tanto en tanto. Según contó en los Estados Unidos la poesía es algo así como el latín, al borde de una lengua muerta. No como en Chile, pensé, en que los poetas siguen agarrándose del moño en forma regular y semi profesionalizada. Ella a su vez llevaba un moño que la hacía ver ordenada e inteligente, y reflexionaba en voz alta a propósito del mega éxito reciente que ha sido Bolaño en USA: es curioso pensar que habría pasado con su escritura, acostumbrada a la posición del margen, si él hubiese vivido todo lo que ocurre ahora, lo que no sólo es éxito crítico. Si Bolaño estuviese vivo hoy, afirmó Nicole, sería inmensamente rico y eso de alguna manera se habría tenido que incorporar en sus textos.
No tengo idea cómo imaginar esta hipotática situación (Bolaño vivo o reviviendo para responder la inquietud de Krauss), sin embargo, presiento que todo lo que Bolaño hizo y nos dejó a los que somos sus fans es algo que precisamente fue impulsado por la conciencia de que le quedaba poco tiempo. Una inmortalidad cruzada por el instinto de supervivencia.

2.1.08

Un Año Más

Y se fue el 2007. Me acuerdo un verano cuando chico en que mi abuelo me decía que mientras más viejo se pone uno, más rápido pasa el tiempo. Cada año que pasa le encuentro más razón. El 2007 fue un suspiro y lo digo sin nostalgia. Ya quería que llegara el 2008.
Como sea, la última semana del 2007 pasé unos días en Valdivia donde rodamos el videoclip del tema "Un Año Más", ese clásico de años nuevos y matrimonios, en versión de Pebre. Qué agradable es la inmediatez de este género. Uno que vive acostumbrado a sufrir por años antes de terminar una peli, pensar una idea, llamar al equipo, rodar, post-producir y estrenar en youtube, todo en el transcurso de una semana, es una cosa fantástica. Creo que la banda quedó feliz, nosotros igual, me gusta como se ve Valdivia. La levantada a las 4 y media de la mañana valió la pena y más encima sale al mundo en la misma época del año que alude el tema. ¿Qué más se puede pedir? Feliz Año Nuevo a todos.

 
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