A la cancha
Ya me toca salir a dar mis clases. Resulta que tengo que hacer dos veces la misma clase en forma consecutiva. Un deja vu académico bizarro que seguramente me dejará turnio, pálido y confundido. No debo olvidar el vasito de agua para que no se me seque la boca y empiece a salivar como perro en verano.