Maestro Mesías
Hace dos años, en los albores de esta blog, yo estaba trabajando en una serie de documentales para ARTV (ahora entiendo que lo compró Chilevisión y se dará en tv abierta). El proyecto se llamaba "Geografía Musical de Chile" y aunque como siempre en estos casos los presupuestos eran exiguos y hacíamos todo un poco a la rápida, cada vez le fui tomando más cariño al asunto, básicamente por el baño de música chilena y los personajes que tuve la suerte de conocer. Sólo una muestra: Vicente Bianchi, Fernando García, El Temucano, Luis Dimas, Pancho Sazo, Payo Grondona, Mario Mutis, Fernando Ubiergo, Carlos Cabezas, Carmen Luisa Letelier, Carmen Barros, Miriam (de Sonia y Miriam), Andrés Alcalde, Andrés Guarello, Patricio Manns, Eduardo Carrasco, etc. Hablando con estos portentos acerca de sus trayectorias artísticas, las decisiones que los condujeron ahí donde llegaron, las luchas internas y las amistades, además de ser interesante como relato, fue poniendo en perspectiva lo que signifca tener una ambición artística. Como muchos de los entrevistados eran viejos, varios ya estaban en la hora de los balances. Y uno podía darse cuenta más o menos rápido quienes estaban tranquilos con lo que habían hecho y con su presente y quienes no. Esto no tenía nada que ver ni con logros creativos, ni con reconocimiento ni con éxito material.
Uno de los entrevistados que me impresionó especialmente, por su simpatía, su sencillez y sobre todo por la pasión que le ponía a las evocaciones fue don Pedro Mesías. El tipo se le había traspapelado la entrevista y cuando llegamos lo pillamos por sorpresa. Él no dijo nada, pero luego cuando entramos en confianza se lamentó: si hubiera sabido, los espero más presentable. ¿Cómo es eso?, le pregunté. Con smoking señor, fue su respuesta. Don Pedro era el pianista y director musical de "La Pérgola de las Flores", lo que lo llevó de gira por México. Allá se quedó y no volvió a Chile sino tras 20 años. En esos 20 años pasó temporadas en Europa, Estados Unidos, México y luego volvió a Chile con escalas como él mismo ironizaba. Colombia, Venezuela, Brasil, Argentina y Chile. Me acuerdo que le pregunté si esto había significado un sacrificio familiar, pero él me puso cara de asombro, como sorprendiéndose del supuesto implícito en mi pregunta. A todos lados fui con mi señora, explicó. Justo en ese momento la señora en cuestión se asomó por ahí. Y uno trataba de imaginarse esta señora tan piola, con chaleco de lana, en los clubes de Jazz del Bronx de los que Mesías nos hablaba, tocando con pesos pesados, en una especie de tour continental de 20 años que la llevó quizá a cuantos clubes nocturnos, salones, orquestas radiales, etc.
Pues bien, Pedro Mesías ha muerto.
Recuerdo que con Inti el día de la entrevista íbamos diciendo que el tipo era como para hacerle un documental sólo a él, ya que claramente daba un gran personaje. No es que ya no se pueda, pero obviamente sería más difícil.
De la gente que conocí en aquel 2005 musical, no es el primero que muere. Otros dos entrevistados murieron poco después de las entrevistas: Erick Maluenda y Juan Azúa. El maestro Azúa me autorizó a usar su disco de arreglos tropicales de poemas chilenos para mi corto "XX", con dos temas en el corte final (el tema principal es "Abejorros" de Vicente Bianchi, a quien también conocí en esta pega).
Nada de mesiánico a pesar de su nombre, de gran estatura a pesar de no pasar ni el metro sesenta y cinco. Un salud por Pedro Mesías.
Muy bonita esta nostálgica historia que nos traes con tu relato. La verdad que enaltece el blog. Saludos!