Madriz
Después de todo Air Madrid no era tan terrible como me lo habían pintado. Primero que nada, el vuelo era muy corto lo que siempre se agradece, como en las películas. El mito indicaba que no dan nada de comer. Mentira. Sirvieron cena incluso. Una cena pobre, como de mochileo adolescente, pero cena al fin: caracoquesos, ensalada de papas con arvejas y un jugo de naranja ordinario intomable. Lo peor fue el desayuno: daban un pan con queso que venía envasado desde hace mucho tiempo y tenía sabor a masa de ñoqui cruda. Como las expectativas eran nulas, bienvenidos los caracoquesos con salsa de tomates y el permanente servicio de agua mineral sin gas. Me tocó sentado con unos tipos que venían a trabajar en buques cargueros en Galicia y que tenían historias terribles de las Islas Mauricio, una especie de proletarios internacionales de altamar.
Llegando a Madrid preferí no dormir para no darle caña al jetlag, así que aguanté despierto hasta tarde. En el barrio donde vive mi amigo Franz (Malasaña) había una fiesta en la calle, con bandas, fiesta electrónica, tumultos, etc. Vimos a una banda llamada "Hidden Cameras" que estaba buena, pero nunca conseguimos ver a Pánico, que era lo que más queríamos ver.
Como es domingo, después de almuerzo me voy al Prado a mezclarme con los turistas.
Llegando a Madrid preferí no dormir para no darle caña al jetlag, así que aguanté despierto hasta tarde. En el barrio donde vive mi amigo Franz (Malasaña) había una fiesta en la calle, con bandas, fiesta electrónica, tumultos, etc. Vimos a una banda llamada "Hidden Cameras" que estaba buena, pero nunca conseguimos ver a Pánico, que era lo que más queríamos ver.
Como es domingo, después de almuerzo me voy al Prado a mezclarme con los turistas.
Que vaya todo bien por allá
saludos
cuando llegue llámame para darte los datos de mo primo y que le envién información para el auspicio