Violencia deportiva
Anoche tuve otro sueño pelacable. Esta vez fue una historia violenta. Estaba viendo un partido de fútbol en el campo. La típica pichanga de tarde. Yo con otra gente mirábamos el partido desde una lomita al borde de la cancha, que eran unos arcos de madera improvisados en una pampa. Lo curioso es que todos los jugadores eran a la vez muy gordos y muy ágiles, una cosa un poco animalesca. En algún momento se caldeaban los ánimos y un jugador le ponía una patada grotesca a otro tipo que estaba en el suelo. Después de eso, el agresor saltaba un cerco de púas y huía a campo traviesa, adivinando la cagadita que vendría.
La violencia que se desataba en ese momento era total. Me daba susto y retrocedía algunos pasos, pero luego comprendía que la violencia estaba de alguna manera contenida dentro de los límites del campo de juego. Una mujer que estaba cerca mío se metía a la pelea, defendiendo a alguien o intentando separar, pero le llegaba un combo y se devolvía llorando.
La violencia que se desataba en ese momento era total. Me daba susto y retrocedía algunos pasos, pero luego comprendía que la violencia estaba de alguna manera contenida dentro de los límites del campo de juego. Una mujer que estaba cerca mío se metía a la pelea, defendiendo a alguien o intentando separar, pero le llegaba un combo y se devolvía llorando.
y tu no recibiste nada
jajajajaja
sigue con tus crónicas oníricas Jiménez
saludos y abrazos