Redondo

El viernes fui a ver "Fin del Eclipse" de Griffero. Hace tiempo que no disfrutaba tanto una obra de teatro. Harto eye-candy como es habitual en Griffero. Me pareció que el empalme entre la visualidad y las ideas de la obra, vinculadas a la teatralidad y artificialidad de todos los relatos, estaba increíblemente logrado. El público estaba puesto en una posición que además de espectador, ocupaba un escenario, sugiriendo que el teatro recoge su sangre de la vida tanto como la vida está repleta de escenarios, personajes y dramaturgias, quizá especialmente cuando los relatos entran a una atmósfera pública. Manuela Oyarzún me impresionó. ¡Qué estupenda actriz! La audicionamos para "Ilusiones Ópticas" y no pudo estar por problemas de agenda, pero acá mostraba todo su talento, ya que la estructura en viñetas le permitía jugar distintos roles. El resto del elenco era interesante. Siempre me ha gustado el trabajo de Álvaro Viguera y creo que Omar Morán es alguien que podría estar en cine, al menos eso me pareció a simple vista.
Después de la función fuimos a cenar con mi viejo, celebración atrasada de su cumpleaños. Locación: Ebano. Y el sábado rumbo a Tongoy al matrimonio de Tami. Nada de cosas a medias: tres días de matrimonio, como en la India. La verdad fue precioso. Comimos mariscos ricos, el DJ estuvo bien alternativo, una ceremonia pachamama-sobria con vista al mar y al final de la fiesta mi socio Waissbluth agarró el ramo (como buena boda alternativa, el ramo era mixto).
Despierto el lunes con una sonrisa a pesar de haber manejado como 5 horas ayer desde Tongoy. Un wikén redondo.