Tardes de Cine

Ficciones, Mentiras e Ilusiones Ópticas de la Vida Real

9.8.05

Fin

Ayer terminé el rodaje de mi segundo cortometraje en 35mm. Y creo que el bebé ya tiene nombre: "XX". Una película ambientada en el siglo XX, cuyo candor hace que no llegue a XXX, donde la misión del protagonista es juntar dos cromosomas X, y en que la pareja central se conoce cuando ya ambos son los Ex de otros y por ende, al reunirse dos Ex, matemáticamente ExEx o XX.
El primer día de rodaje partimos en el Bar Unión, una locación increíble. Al final de esa escena me di cuenta que mis dos actores principales, Nicolás Saavedra e Ingrid Isensee, estaban en la película. Es un poquito difícil trabajar una onda sobria con actores acostumbrados al ritmo y el estilo de trabajo de la TV. Pero cuando corrió el primer plano, pude ver que los ensayos habían surtido efecto. La locación y el vestuario tambián hacían lo suyo poniendo a los actores en onda, y por supuesto, partir la filmación por la primera cita de los personajes también ayudó.
Con toda tranquilidad almorzamos en el mismo Bar Unión y desde ahí salimos a la casa de mi novia en el Barrio Bellavista a hacer unos cuantos interiores. El detalle es que aquí entraba en escena Martín, mi hijo putativo, próximo a cumplir cinco años de edad. Habíamos ensayado y lo había hecho perfecto, ya estaba en confianza con el director de foto y la actriz que hacía de su mamá, no había ninguna preocupación. Llegado el momento de correr cámara, pasó lo que puede considerarse una pesadilla para cualquier director: el niño se achunchó. Media hora antes habíamos marcado la escena y lo había hecho todo impecable (ese fue el error, no correr cámara en ese instante, claro que los actores estaban en maquillaje). Pero con el equipo entero en set, ya no quiso hacer su parte. Le pregunté que le pasaba y se me pegó para hablarme al oído: "es que no me atrevo". No es lo que esperaba escuchar, teniendo a 30 personas esperando, la cámara lista, las luces instaladas. Intentamos persuadirlo de varias maneras. Según el niño algunas personas le daban susto, los sacamos del set. Lo hicimos dibujar. Jugar. Alguien empleó la táctica del policía malo. Luego pusimos a su mamá a dirigirlo. Terminó llorando y gritando que no podía hacerlo. Por un segundo pensé que el corto estaba en riesgo vital. El Nico Saavedra agarró el teléfono y llamó a un niño conocido de él. Tuve que tomar la decisión de ir a buscar al niño reemplazante o no. Lo malo es que Nico debía ir personalmente y eso nos impedía seguir probando con Martín mientras tanto, o sea, se nos detenía el rodaje por una hora y media o más. Es lo que llamo una crisis. La actriz se llevó al cabro chico a tomar un helado y airearse. Volvió bastante distendido y sin avisarle mucho hicimos el plano, claro que haciéndolo girarse al momento de decir su línea, para poder grabarla en post, ya que seguía sin atreverse a hablar. Luego vinieron dos planos más sin mayores contratiempos. Terminamos todos el primer día con los nervios de punta.
Mañana sigo con la bitrácora del rodaje. Tenía pensado ir haciendo reportes diarios, pero no tuve energía para hacerlo mientras filmábamos. Incluso ahora mientras escribo, lo hago bajo los efectos de una sutil depresión post-rodaje que me pone melancólico y lánguido. Escucho la música de Barry Lyndon, una pieza de Schubert ideal para un día como éste. También Killers, "Everything's going to be all right". Extraño a los chicos del equipo y a los actores con los que estuve bebiendo hasta hace menos de doce horas. Aunque sólo hayan sido tres días, el estado mental en que uno entra al filmar es rarísimo. Cuesta dormir y el mundo parece repleto de detalles. Despierta el obsesivo-compulsivo que uno lleva adentro. Supongo que toma un par de días volver a la normalidad. Hoy dormí toda la mañana (desde que logré dormirme claro). Esta noche iré al estreno de "Paréntesis" y mañana me toca rodaje de los documentales de la música. Suficientes rituales para alimentar el viaje de regreso a la rutina.

6 Comentarios:

  • At 7:23 PM, Blogger Carolina Moro said…

    Al final le pusiste "XX". Bien, está mucho mejor que "En campaña". La vida de un director independiente, me atrae (como diría una chica ingenua), pero la chica inquieta (como yo) diría que quiere ser parte de ella (putativamente o no).

    Cuando quieras alguna historia, sólo contáctame.

    saludos
    C. Moro

     
  • At 2:01 AM, Blogger El señor K. said…

    Mi celular está que cuelga las chalas, será eso.
    Estaba entusiasmado con mi inminente entrada en el mundo del cine, pero ya ves, a veces cuando uno se entusiama demasiado pasa que no pasa nada.
    ¿Chelas? Cuando disponga no más, ojalá dentro de la próxima semana, cuando ya haya cumplido 32.

     
  • At 2:20 AM, Blogger Jean Georges said…

    No conozco la experiencia en 35. Apenas empiezo en la pequeña, la de la hermana menor de 16. Y ya es suficiente rollo para mi. Así que, buenos planos para mañana.

     
  • At 6:17 PM, Anonymous Anonymous said…

    Luego del privilegio de participar desde las trincheras en la producción en el rodaje del corto; luego de llegar desconcertado por el guión y de ver lo que hizo Crisis con su dirección contenida, maniática, elegante y bella, he llegado a una metáfora-anticipo de la sensación que provocará el corto a nivel de público y seguidores de éste prometedor director. Probablemente Jiménez no estará de acuerdo o guardará silencio, pero me explayo igual: Vieron "Punch-Drunk Love"? Bueno, después de Boggie Nights y Magnolia la mayoría esperábamos otra HISTORIA con mayúsculas, finales atronadores y montaje incansable, pero P.T. Anderson se mandó Punch-Drunk Love y nos dejó marcando ocupado con una película única, pequeña, bella e inclasificable donde menos era más y la simpleza era parte de la escencia de la historia. Bueno, si Caracoles fuera Magnolia (mal que mal, llueven berlines), entonces XX será Punch Drunk Love. Un Punch Drunk Love Santiaguino, invernal y nostálgico que esperamos ver pronto triunfando en grande. Un abrazo y nos vemos en el siguiente.

     
  • At 5:03 AM, Anonymous Anonymous said…

    ¿En qué consiste la técnica del policía malo?

     
  • At 12:30 PM, Blogger crisis said…

    parece que lo de maniático es verdad, porque al final del rodaje yo estaba con una sensación culpable de no haber sido capaz de controlar un montón de detalles que se me escaparon en varios planos, que por el poco material no pude repetir. Y en eso se me acerca Waissbluth y me dice que mis instrucciones para la actriz en el útlimo plano le parecieron obsesivas al borde. En fin, cada uno administra su neurosis como mejor puede supongo. El cine es un buen recipiente de la mía.

    La técnica del policía malo es lo opuesto de la técnica del policía bueno. Cuando el set estaba lleno de policías buenos, llegó alguien a hablar con el niño como policía malo, pero no sirvió de nada.

     

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