Hombre-Orquesta
Anoche fui a una tocata de Leo Quinteros. Había escuchado sus dos discos “1A” y “Ahora”. Los discos me parecieron ok, nada para saltar de entusiasmo. Correctos y con algunos buenos momentos, pero con menos onda e identidad propia que otros músicos chilenos de la misma corriente neo-folk como Gepe o Nutria. De hecho me pasó una vez en una fiesta que cuando tocaron a Leo Quinteros una persona preguntó en voz alta si era Spinetta o Charly.
Ayer en Sala Master mi imagen de Leo Quinteros cambió. Primero que nada su estilo en vivo de hombre-orquesta es notable. El tipo registra in situ acordes de guitarra, efectos y percusión (sobre la misma guitarra), los que luego loopea. Sobre esa base se pone a tocar y cantar, sonando como una verdadera banda a pesar de estar solito sobre el escenario. Siempre es importante que un show en vivo sea eso, un show, y con ayuda de su modesta actitud, el número del hombre-orquesta consigue cautivar. A ratos entraban otros músicos a acompañar, todos con características físicas de personajes de animación, cualidad de la cual el propio Quinteros no logra escapar. Eran los miembros de una banda llamada Shopping Group. Buen nombre. También se sumó en un par de temas un guitarrista llamado Felipe Cadenazo de la banda Matorral. El único verdadero roquero.
Leo Quinteros ya me estaba cayendo bien. De alguna forma, consiguió cantar con menos voz de argentino ochentero y los tema sonaron bien, mejor que en el disco donde tienen un sonido excesivamente deslavado. Lo que Leo Quinteros necesita pues es un productor musical que le deje el disco a punto.
Su actitud sobre el escenario no era muy carismática. Una mezcla de tensión con apatía, que se salva por la honestidad y falta de pretensiones, pero sin mucha comunicación con el público fuera de la música. Muy distinto a lo que pasa en los shows en vivo de Nutria o Gepe. Como el show se transmitía en vivo por Radio Universidad de Chile, en el intermedio lo entrevistaron y la periodista apenas consiguió arrancarle un par de sonrisas y escuetos comentarios cuando no preguntas abiertas. Esta parquedad se compensa en todo caso con el número del hombre-orquesta.
Creo que para el próximo disco las cosas pueden mejorar, si es que encuentra la colaboración que probablemente necesita. Además me enteré que es abogado y hasta hace como un año trabajaba en un bufete, seguramente esperando con ansias el final del día para poder dedicarse a su verdadera pasión.
En fin, me reconcilié con Leo Quinteros.
Ayer en Sala Master mi imagen de Leo Quinteros cambió. Primero que nada su estilo en vivo de hombre-orquesta es notable. El tipo registra in situ acordes de guitarra, efectos y percusión (sobre la misma guitarra), los que luego loopea. Sobre esa base se pone a tocar y cantar, sonando como una verdadera banda a pesar de estar solito sobre el escenario. Siempre es importante que un show en vivo sea eso, un show, y con ayuda de su modesta actitud, el número del hombre-orquesta consigue cautivar. A ratos entraban otros músicos a acompañar, todos con características físicas de personajes de animación, cualidad de la cual el propio Quinteros no logra escapar. Eran los miembros de una banda llamada Shopping Group. Buen nombre. También se sumó en un par de temas un guitarrista llamado Felipe Cadenazo de la banda Matorral. El único verdadero roquero.
Leo Quinteros ya me estaba cayendo bien. De alguna forma, consiguió cantar con menos voz de argentino ochentero y los tema sonaron bien, mejor que en el disco donde tienen un sonido excesivamente deslavado. Lo que Leo Quinteros necesita pues es un productor musical que le deje el disco a punto.
Su actitud sobre el escenario no era muy carismática. Una mezcla de tensión con apatía, que se salva por la honestidad y falta de pretensiones, pero sin mucha comunicación con el público fuera de la música. Muy distinto a lo que pasa en los shows en vivo de Nutria o Gepe. Como el show se transmitía en vivo por Radio Universidad de Chile, en el intermedio lo entrevistaron y la periodista apenas consiguió arrancarle un par de sonrisas y escuetos comentarios cuando no preguntas abiertas. Esta parquedad se compensa en todo caso con el número del hombre-orquesta.
Creo que para el próximo disco las cosas pueden mejorar, si es que encuentra la colaboración que probablemente necesita. Además me enteré que es abogado y hasta hace como un año trabajaba en un bufete, seguramente esperando con ansias el final del día para poder dedicarse a su verdadera pasión.
En fin, me reconcilié con Leo Quinteros.
yo tb estaba alli y coincido con lo de crisis..
...me gusto quienteros y me gusta tambien que ya existan tres discos decentes de nuevos songwriters chilenos.
:::v:::