Fama
Anoche fuimos al epicentro del carrete purenino: un bar llamado Galpón. Había música en vivo, a cargo de una chica desafinada que cantaba temas románticos de un karaoke. Pedimos revisar la lista de temas y luego solicitamos el micrófono. Roco (el productor del docu) y yo formamos un dúo vocal. Fuimos bautizados como el dúo valdiviano. Primero cantamos "Resistiré". Matamos. Grandes aplausos y pedidos del público que nos quitemos la polera. Cerveza de regalo para premiar a los cantantes. Luego escuchamos a un par de ineptos artistas locales y pedimos cantar otra. Fuimos por "Sin Documentos". Nuevo exitazo. Curiosamente los dueños del bar en vez de estar felices, parecían algo mosqueados con nuestro éxito y esta vez no nos dieron chela de regalo. Cuando ya fuimos a la tercera y cantamos ese clásico llamado "Entre dos tierras" de los Héroes del Silencio, volvimos a triunfar, pero los dueños por poco nos arrebataron el micrófono y no nos dejaron volver a cantar.
En la mañana llegamos con el hachazo donde la machi a hacer la entrevista, pero la señora en cuestión andaba temperamental y cambió de parecer. Dijo que no podía, que los espíritus no la autorizaban, que ya le habían metido goles y estaba ocupada. Andábamos con un antropólogo que le embolinaba la perdiz intentando darla vuelta, pero nada. Insistía con que no tenía autorización, aunque de pronto deslizó que por algo así tendría que cobrar. Le preguntamos cuanto y de nuevo empezó a decir que no se podía porque los espíritus no daban autorización y podía perder su poder. Ahí lancé mi frase maestra: todo espíritu tiene su precio. La machi se rió y terminó por aceptar que grabemos audio de sus declaraciones, lo que haremos mañana.
Esta noche Purén está revolucionado porque es el festival de la frutilla y toca Inti Illimani y Chancho en Piedra. Mientras caminaba por la plaza con Roco, unas chicas se dieron vuelta. Una le dijo a la otra suficientemente fuerte como para que pudiésemos escuchar: ahí van los chicos del dúo valdiviano.
En la mañana llegamos con el hachazo donde la machi a hacer la entrevista, pero la señora en cuestión andaba temperamental y cambió de parecer. Dijo que no podía, que los espíritus no la autorizaban, que ya le habían metido goles y estaba ocupada. Andábamos con un antropólogo que le embolinaba la perdiz intentando darla vuelta, pero nada. Insistía con que no tenía autorización, aunque de pronto deslizó que por algo así tendría que cobrar. Le preguntamos cuanto y de nuevo empezó a decir que no se podía porque los espíritus no daban autorización y podía perder su poder. Ahí lancé mi frase maestra: todo espíritu tiene su precio. La machi se rió y terminó por aceptar que grabemos audio de sus declaraciones, lo que haremos mañana.
Esta noche Purén está revolucionado porque es el festival de la frutilla y toca Inti Illimani y Chancho en Piedra. Mientras caminaba por la plaza con Roco, unas chicas se dieron vuelta. Una le dijo a la otra suficientemente fuerte como para que pudiésemos escuchar: ahí van los chicos del dúo valdiviano.
Señor en crisis, vendería mi alma al diablo por poder verlo haciendo el ridículo de tan glamorosa manera. No he podido dejar de imaginarlo. Mi marido sospecha.