Tardes de Cine

Ficciones, Mentiras e Ilusiones Ópticas de la Vida Real

22.3.06

Madrugador

Ayer me tocó caminar por la calle Holanda a las seis y media de la mañana. Iba escuchando música. Son melancólicas las mañanas. Imaginé a las personas durmiendo al otro lado de las ventanas, ignorantes en forma momentánea de su lugar en el mundo, sus desos y sus preocupaciones. Me crucé con una pareja que paseaba a un perro. El tipo tenía pelo muy largo y sonrisa gigante. Su onda daba la impresión de llevar en el cuerpo muchas fiestas, muchos trasnoches y quizá este nuevo estilo de vida era cosa reciente. Luego vi a un tipo que regaba la entrada a su oficina. Tenía pinta de ser uno de esos nuevos trabajólicos, seguramente socio de la compañía, incapaz de dormir, sintiéndose inútil, se iba a la oficina antes de las 7 y regaba mientras en su cabeza corrían en orden las actividades del día. Vi a un conserje escuchando música. Una mujer caminando por el pasto junto a la vereda, casi a punto de llorar.
Me acuerdo que una vez en Londres fui a trotar a Hyde Park antes de las 7 de la mañana (vivía cerca del parque en ese momento) y me encontré con cientos de personas trotando, haciendo ejercicio, patinando, andando en bici. Como si fuera otra hora del día, las doce del día de un domingo. O sea, una escena bastante menos melancólica.
A las 8, caminando de nuevo por las mismas calles ya estaba la ciudad a mil, bocinazos, tacos, veredas llenas. Muchos niños entrando a los patios del Santiago College, uniformados, peinaditos.
Me dieron ganas de ser más madrugador más seguido.

1 Comentarios:

  • At 3:14 PM, Anonymous Anonymous said…

    sabis q si... a mi a veces me baja el madrugador q todos llevamos dentro y los colores en la mañana putas q son diferentes y bellos. Tb el programa de la concierto en la mañana me cae bien, la risa de cavada es contagiosa, casi no habla casi, sólo rie. vale la pena. a veces.

     

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