Muy cerca de Seúl
El viernes fuimos a ver los nuevos test imagen de "Ilusiones Ópticas" y la verdad fue un poco decepcionante lo que vimos. Supuestamente por culpa de una operación que debía mejorar ligeramente la definición en el proceso de tape to film, el contraste se fue al carajo y ni siquiera de manera uniforme. Ya es el segundo testo con problemas y reconozco que me desanimé un poco. Pero como las penas del cine se pasan con cine, al cine fuimos a pasar las penas. Esto fue una verdadera maratón:
"La vida moderna" de Depardon, una especie de Nacho Agüero francés, pero menos puntudo y menos divertido, que se dedica a retratar campesinos franceses contemporáneos con un sentido visual bastante clásico y sofisticado a la vez. Me gustó el momento en que desayuna con una pareja de abuelitos y la señora le ofrece pastelitos al sonidista. Fuera de campo, seguramente el tipo le hace que no la cabeza y ella le insiste varias veces, totalmente desinteresada de las preguntas del director.
"Serbis" de Brillante Mendoza, una peli filipina más o menos ruda, que transcurre alrededor de un cine porno regentado por la madre de una familia medio desintegrándose.
"Experience", una de las primeras de Kiarostami, una especie de "400 Golpes" iraní, con un final bastante menos alentador que el clásico de Truffaut que al menos le permite al niño tomarle el aroma a la brisa marina.
"En la ciudad de Sylvia" de Guerin. Ésta ya la dieron en Chile, pero siempre me la perdí. Prefiero "En Construcción". Tiene momentos y unas chicas derechamente guapas. El protagonista, también guapo, a ratos me pareció que rozaba el cliché.
"La mujer del abogado" y "The president's last bang", ambas del coreano Im Sang-Soo, quien se hizo presente en la Filmoteque du Quartier Latin al final de la función, con un look de star indesmentible (lentes de solo con cristales rosados, abrigo de cuero hasta las rodillas, aritos brillantes, pelo completamente canoso, perfectamente peinado-desordenado). Si no me equivoco, "La mujer del abogado" (en Francia le pusieron "Une femme coreene", pero el título en inglés es "A good lawyer's wife"), tuvo una breve pasada por las salas chilenas (intenté verla, pero duró tan poco, que también me la perdí). Pero la peli que me llamó especialmente la atención fue la otra, sátira política, con momentos de thriller, mucho humor, un guión agudo y que narra el día en que Park, el dictador coreano, fue asesinado en 1979 por el responsable de su propia agencia de inteligencia.
Mientras escuchaba a Im hablar de la película y de Corea en el momento en que ocurrieron las cosas, no pude evitar sentir que podría haber estado hablando de Chile. Un dictador anti-comunista, aliado con los gringos, que echa a andar una violenta reforma económica que arrasa con el modo de vida de un país y que una vez terminada la dictadura no logra sacudirse ni el capitalismo (que se metió en las cabezas de todo el mundo) ni ese crispamiento en los cuerpos que provocan los autoritarismos prolongados. ¿Cuando haremos una peli que muestre a la junta militar en sus momentos íntimos, patéticos, banales y que al mismo tiempo nos permita reír? Una persona en el público le preguntó si "Doctor Strangelove" era una de sus referencias para la película, pero el tipo que ya había mencionado a Scorsese y Coppola aludiendo al hecho de que su peli era casi del género cine de mafia pese a ser una historia política, se puso muy serio y dijo que aunque a nosotros lo que vimos nos podía parecer una parodia, en realidad, él está tratando de ser relativamene fiel a los hechos, queriendo decir a la vez que esos gobernantes fueron una parodia del abuso de poder y que probablemente muchos de los gobernantes democráticos actuales también lo son.
"La vida moderna" de Depardon, una especie de Nacho Agüero francés, pero menos puntudo y menos divertido, que se dedica a retratar campesinos franceses contemporáneos con un sentido visual bastante clásico y sofisticado a la vez. Me gustó el momento en que desayuna con una pareja de abuelitos y la señora le ofrece pastelitos al sonidista. Fuera de campo, seguramente el tipo le hace que no la cabeza y ella le insiste varias veces, totalmente desinteresada de las preguntas del director.
"Serbis" de Brillante Mendoza, una peli filipina más o menos ruda, que transcurre alrededor de un cine porno regentado por la madre de una familia medio desintegrándose.
"Experience", una de las primeras de Kiarostami, una especie de "400 Golpes" iraní, con un final bastante menos alentador que el clásico de Truffaut que al menos le permite al niño tomarle el aroma a la brisa marina.
"En la ciudad de Sylvia" de Guerin. Ésta ya la dieron en Chile, pero siempre me la perdí. Prefiero "En Construcción". Tiene momentos y unas chicas derechamente guapas. El protagonista, también guapo, a ratos me pareció que rozaba el cliché.
"La mujer del abogado" y "The president's last bang", ambas del coreano Im Sang-Soo, quien se hizo presente en la Filmoteque du Quartier Latin al final de la función, con un look de star indesmentible (lentes de solo con cristales rosados, abrigo de cuero hasta las rodillas, aritos brillantes, pelo completamente canoso, perfectamente peinado-desordenado). Si no me equivoco, "La mujer del abogado" (en Francia le pusieron "Une femme coreene", pero el título en inglés es "A good lawyer's wife"), tuvo una breve pasada por las salas chilenas (intenté verla, pero duró tan poco, que también me la perdí). Pero la peli que me llamó especialmente la atención fue la otra, sátira política, con momentos de thriller, mucho humor, un guión agudo y que narra el día en que Park, el dictador coreano, fue asesinado en 1979 por el responsable de su propia agencia de inteligencia.
Mientras escuchaba a Im hablar de la película y de Corea en el momento en que ocurrieron las cosas, no pude evitar sentir que podría haber estado hablando de Chile. Un dictador anti-comunista, aliado con los gringos, que echa a andar una violenta reforma económica que arrasa con el modo de vida de un país y que una vez terminada la dictadura no logra sacudirse ni el capitalismo (que se metió en las cabezas de todo el mundo) ni ese crispamiento en los cuerpos que provocan los autoritarismos prolongados. ¿Cuando haremos una peli que muestre a la junta militar en sus momentos íntimos, patéticos, banales y que al mismo tiempo nos permita reír? Una persona en el público le preguntó si "Doctor Strangelove" era una de sus referencias para la película, pero el tipo que ya había mencionado a Scorsese y Coppola aludiendo al hecho de que su peli era casi del género cine de mafia pese a ser una historia política, se puso muy serio y dijo que aunque a nosotros lo que vimos nos podía parecer una parodia, en realidad, él está tratando de ser relativamene fiel a los hechos, queriendo decir a la vez que esos gobernantes fueron una parodia del abuso de poder y que probablemente muchos de los gobernantes democráticos actuales también lo son.