Dardenne
He visto varias buenas pelis desde mi última publicación. "La Aventura" de Antonioni, "Abril" de Nanni Moretti, "Sunset Boulevard" de Bill Wilder, sin contar varios episodios de "Seinfeld" y "The Office". Pero lo más destacado del último rato en mi vida de espectador lo vi anoche en el instituto cultural de Providencia: "El Hijo" de los hermanos Dardenne. De estos hermanos belgas había visto únicamente la peli que los hizo famosos: "Rosetta". Con esa cinta minimalista ganaron Cannes el 98 o 99. La protagonista es endiabladamente parecida a Manuela Martelli y la peli tiene sus paralelos argumentales con "B-Happy" (aparte: ¿por qué b-happy se llama así?), aunque los estilos son casi opuestos. Los Dardenne apelan a un realismo sucio, pero a la vez muy controlado, asfixiante y no usan música. Mucho plano largo, mucho silencio y pocos personajes con muchos minutos de pantalla.
"El Hijo" es la historia de un carpintero que toma a su cargo a un aprendiz que viene saliendo de la cárcel. El detalle es que el tipo estuvo preso por matar al hijo del carpintero. Uno se va enterando de esta trama a cuentagotas. La peli se queda pegada en los detalles de una cotidaneidad europea confortable (aunque los personajes suelen ser medio proletarios, siempre tienen un estándar de vida que mirada desde acá no está tan mal) en cuyas grietas aparece el dolor y la angustia. Lo universal entonces es el agobio que brota de esas rutinas, que hace que las actividades más sencillas adquieran un carácter abstracto y mental, o al menos eso me pasa a mí como espectador. El drama de "El Hijo" además parece tan ajeno a la realidad social belga, donde seguramente se cometen menos de 50 homicidios al año (que el asesino sea un menor de edad que luego llega a pedir trabajo, ya es obra de un destino mal intencionado), lo que más me refuerza mi visión de la peli como una historia cuya verosimilitud opera a un nivel poético más que sociológico.
A diferencia de "Rosetta", "El Hijo" es una peli esperanzadora y tiene momentos de infinita ternura. No es que "Rosetta" fuese puro drama, pero tenía algo como de Arlt, de descender más y más, traicionar y al final, un único momento de soltura en que Rosetta finalmente estalla en un desconsolado llanto.
Quiero ver "El Niño", su última entrega.
"El Hijo" es la historia de un carpintero que toma a su cargo a un aprendiz que viene saliendo de la cárcel. El detalle es que el tipo estuvo preso por matar al hijo del carpintero. Uno se va enterando de esta trama a cuentagotas. La peli se queda pegada en los detalles de una cotidaneidad europea confortable (aunque los personajes suelen ser medio proletarios, siempre tienen un estándar de vida que mirada desde acá no está tan mal) en cuyas grietas aparece el dolor y la angustia. Lo universal entonces es el agobio que brota de esas rutinas, que hace que las actividades más sencillas adquieran un carácter abstracto y mental, o al menos eso me pasa a mí como espectador. El drama de "El Hijo" además parece tan ajeno a la realidad social belga, donde seguramente se cometen menos de 50 homicidios al año (que el asesino sea un menor de edad que luego llega a pedir trabajo, ya es obra de un destino mal intencionado), lo que más me refuerza mi visión de la peli como una historia cuya verosimilitud opera a un nivel poético más que sociológico.
A diferencia de "Rosetta", "El Hijo" es una peli esperanzadora y tiene momentos de infinita ternura. No es que "Rosetta" fuese puro drama, pero tenía algo como de Arlt, de descender más y más, traicionar y al final, un único momento de soltura en que Rosetta finalmente estalla en un desconsolado llanto.
Quiero ver "El Niño", su última entrega.
escrito por crisis @ 10:50 PM
Hola crisis. No comparto lo del símil de las actrices (aparte de los cachetes colorados). La actriz era más bien grandota y con unos ojos también grandes, penetrantes.
Rosetta: el secador de pelo para aplacar el dolor, los waffles y el chico repitiendo "Gossettá". Maravillosa.