Abyecto
Mi abuela tiene un sentido del humor cáustico. Ayer almorcé con ella, mi madre y mi chica. La vieja se despachó un par de líneas totales. Comentando el fenómenos de ingenieros casados con chicas humanistas, la vieja comentó que históricamente de lo que se trataba esa movida era de que las chicas pasaran por la universidad y se educaran, pero que la universidad "no le dejara demasiadas huellas". No sea que después se pusieran a trabajar y se pusieran muy independientes, por eso estudiar párvulos o letras era lo idea para mantener esa especie de virginidad intelectual. Qué risa. Después la vieja contó que se le perdió su cheque de la pensión de viudez. El cheque no llegó a tiempo. Y resulta que una semana después descubrieron que había sido entregado al departamento equivocado, donde vivía un viejo medio senil, quien por si fuera poco, abrió el sobre y sapeó el cheque. "El viejo me debe tener echado el ojo y estaba sacando la cuenta cuanta plata hacemos entre las dos pensiones". Bastante habilosa mi abuela, sin universidad ni nada.
Anoche vi "Sangre Eterna" en DVD. Si vamos a hacer negocios con Olguín más vale estar al tanto. Partía bien, pero en algún momento en la mitad del segundo acto se pegaba una aflojada mortal, sobretodo a las once y media de la noche, con las luces apagadas y tirado en una de esas peras con pelotitas de plumaviat. Hoy desperté a mi chica clavándole los colmillos en el cuello y susurrándole una frase de un Drácula de Tardes de Cine que nunca olvidaré: "la carencia de amor... es el dolor más abyecto".
La peli que sí me atrapó a pesar de que no lo esperaba es un bodrio comercial gringo que me tocó en el avión llamado "In Good Company", con Dennis Quaid, Scarlet Johansson y otro jovencito cuyo nombre olvidé. La premisa era ésta: ejecutivo de publicidad de 50 ve su mundo tambalear cuando la compañía es vendida y le ponen un jefe de 25. Por si fuera poco, mientras el fantasma del despido lo ronda como un vampiro, su mujer se embaraza. Su hija, Scarlet, recién ingresada a NYU, para lo que daddy debe tomar una segunda hipoteca, empieza a follarse al jefe de daddy. Hasta ahí nada mucho, sin embargo, Dennis Quaid se despacha una performance que me hizo sentir pena por sus penas, alegría por sus alegrías, rabia por sus rabias y hasta me enamoré de su esposa y miré con ojos fraternales a la sexy Scarlett Johansson, que si sigue así, repleta de tics, va a hacer pedazos su carrera. Mis respetos hacia Dennis Quaid, un actor que ya había brillado en esa peli fantástica llamada "Far from Heaven" de ese director fantástico llamado Todd Haynes (una vez tuve la chance de ver "Safe", también de Haynes, menos conocida, con una Julianne Moore emergente, y me quedaron los pelos erizados durante 48 horas).
¿Qué hago en la oficina un domingo y en pleno fin de semana largo? Es la vida del cineasta de bajo presupuesto. Payaso y dueño del circo a la vez.
Anoche vi "Sangre Eterna" en DVD. Si vamos a hacer negocios con Olguín más vale estar al tanto. Partía bien, pero en algún momento en la mitad del segundo acto se pegaba una aflojada mortal, sobretodo a las once y media de la noche, con las luces apagadas y tirado en una de esas peras con pelotitas de plumaviat. Hoy desperté a mi chica clavándole los colmillos en el cuello y susurrándole una frase de un Drácula de Tardes de Cine que nunca olvidaré: "la carencia de amor... es el dolor más abyecto".
La peli que sí me atrapó a pesar de que no lo esperaba es un bodrio comercial gringo que me tocó en el avión llamado "In Good Company", con Dennis Quaid, Scarlet Johansson y otro jovencito cuyo nombre olvidé. La premisa era ésta: ejecutivo de publicidad de 50 ve su mundo tambalear cuando la compañía es vendida y le ponen un jefe de 25. Por si fuera poco, mientras el fantasma del despido lo ronda como un vampiro, su mujer se embaraza. Su hija, Scarlet, recién ingresada a NYU, para lo que daddy debe tomar una segunda hipoteca, empieza a follarse al jefe de daddy. Hasta ahí nada mucho, sin embargo, Dennis Quaid se despacha una performance que me hizo sentir pena por sus penas, alegría por sus alegrías, rabia por sus rabias y hasta me enamoré de su esposa y miré con ojos fraternales a la sexy Scarlett Johansson, que si sigue así, repleta de tics, va a hacer pedazos su carrera. Mis respetos hacia Dennis Quaid, un actor que ya había brillado en esa peli fantástica llamada "Far from Heaven" de ese director fantástico llamado Todd Haynes (una vez tuve la chance de ver "Safe", también de Haynes, menos conocida, con una Julianne Moore emergente, y me quedaron los pelos erizados durante 48 horas).
¿Qué hago en la oficina un domingo y en pleno fin de semana largo? Es la vida del cineasta de bajo presupuesto. Payaso y dueño del circo a la vez.