Las cajeras del supermercado de la esquina de mi oficina están cada día más guapas. Y ojo que no lodigo de desesperado ni mucho menos, es que uno no espera encontrarse de golpe con esas sorpresas. En todo caso, la sorpresa mayúscula la tuve hace como dos noches cuando vi el documental "La Memoria Herida" de Pancho Casas, ex Yegua del Apocalipsis junto al ahora laureado Pedro Lemebel. Lo raro fue que el documental sobre el conocido caso de Eugenio Ruiz Tagle, uno de los torturados más torturados de la historia de la represión pinochetista, era de un tono absolutamente formal, correcto y académico que casi nada tiene que ver con lo que uno ve y conoce de Pancho Casas. Como si la voz del documental fuese ka de otra persona o al revés, la de la persona fuese un personaje alocado y burlesco que no conecta con la identidad real del individuo. No sé, quedé desconcertado. Lo que mas me gustó fue una escena en que la hija de Ruiz Tagle viajaba en un auto junto al último chofer de su padre y dialogaba con él desde el asiento de atrás. En una parte el chofer, medio gordito, se agitaba y se le venía la pena encima y no podía responder las preguntas de la hija y la tensión de estos dos personajes que no se veían las caras mientras el automóvil seguía avanzando creaba un silencio especial. También me pareció interesate un arreglo musical electrónico mínimo de "Venceremos", que dicho sea de paso, tiene letra del tío de mi novia, para qué vean que estoy emparentado con la Historia, así con mayúscula.
A propósito de palabras con mayúsucula, ayer estuve en la casa del mayúsculo poeta chileno Pablo Neruda, en el lanzamiento del libro de Santiago Barcaza, miembro de la banda rock Los Muebles. Al evento me invitó
Julio Carrasco, que también es poeta como otros Carrascos, Germán y Rodolfo, aunque éste último deniegue de su apellido y se ponga nombres más ABC1. Habló Floridor Perez y el editor, un chascón de Valdivia que se llama Leo. Lee bien Barcaza y sus poemas golpean batsante más fuerte que su uppercut callejero, como los lectores de este blog ya saben. El libro se llama "Carta Océano y mi verso favorito es éste: "un simple cabello es suficiente para agitar el mar".
Oh oh oh... me has agregado a tus links. Eso me alegra las alitas vaginales. Si te portas como un buen chico malo yo haré lo mismo.
Besitos a la izquierda de otros besitos más ácratas.
Chaoooo.