Tardes de Cine

Ficciones, Mentiras e Ilusiones Ópticas de la Vida Real

12.1.06

Respeto

Ayer vi "Crash". La clásica película de ensamble (alguna gente les dice coral, sólo por el hecho de que hay varias historias, pero claramente lo coral no tiene que ver con eso). Historias cruzadas en LA, al más puro estilo PT Anderson (Magnolia) o Robert Altman (Short Cuts, Nashville). Enfocada fuertemente en los vericuetos del racismo y la (falta de) tolerancia, esta peli es un drama neto, lo que lo distancia de Anderson, y aspira a anudar sus historias con precisión, lo que lo distancia de Altman.
Hay momentos logradísimos, como cuando la chica emplea el truco que le enseñó su padre para protegerlo de quien desea atacarlo. Es un momento realmente mágico. Los golpes de efecto al principio de la peli se compran, pero en la medida que la historia avanza se vuelven menos impactantes (contrariamente al propósito evidente por el cual están ahí). El volcamiento de la mujer del director de TV, por ejemplo, pierde peso cuando el mal policía actúa como bueno: se adivina el cliché y lo que es peor se adivina que el buen policía terminará cayendo en el racismo que aborrece.
Como sea, "Crash" es una peli interesante. Que juega en el filo de explotar los temas que desea iluminar, pero que respeta a los personajes. Y justamente el respeto a sí mismo, que sin excepción cada uno de ellos va perdiendo en el camino, está en el corazón de la historia.
Paul Haggis, el director canadiense de la peli, tiene una trayectoria interesante. Aunque uno puede sospechar que es negro, es un WASP de manual. Antes de dirigir esta peli fue guionista y productor de "Million Dollar Baby" y con anterioridad mientras se desempeñaba en la TV escribió "LA Law", conocida aquí como "Se Hará Justicia" y fue guionista-director de la nunca bien ponderada "Treintaitantos". Eso en plenos 80.
Después del cine fui a reunirme con Alicia, mi partner de escritura para mi nuevo proyecto. Nos vimos en el bar Normandie. Mientras la esperaba di una vuelta por los libreros viejos de Manuel Montt y me encontré con dos libros de Guillermo Trejo: "La Casa del Descalzado" y "Boda Continua". El primero es ficción y el segundo es poesía. Trejo es un poeta de la vieja guardia. Cuando estudiaba sociología, participé en un grupo de lectura de Catulo que dirigía Trejo. A ese taller asistían David Preiss, Javier Bello, Andrés Haye, entre otros. Nunca olvidará el verso que dice: "Catulo, resiste, tente firme". Tomé los dos ejemplares y me acerqué al librero. Le dije que los llevaba los dos. Mil pesos, me dijo, quinientos cada uno. Todos sabemos que el valor de la poesía no lo asigna el mercado. Pero creo que hubiese preferido gastar un poco más en ese par de libros. Estaba dispuesto a hacerlo. Fue una sorpresa que no valieran nada. Quizá debí pagar más. Por un asunto de respeto.

3 Comentarios:

  • At 2:34 PM, Blogger sole poirot said…

    hola, felíz año también...ando recién "tomando asiento" en esta platea del mediterráneo. sin internet aún, sólo pocas veces puedo seguirle el ritmo a este mundo ciber....saludiños y buen año en celuloide , en cuore y en todo!

     
  • At 11:45 PM, Anonymous Anonymous said…

    La poesía es así, a veces cara, otras barata, otras (las más) es gratis, es como la mujeres, que cambian como el viento de la mañana, a veces te refesca y otras te congela, nunca sabes bien que sucederá.
    Más que respeto, miedo colega, miedo.

     
  • At 10:22 PM, Anonymous Anonymous said…

    Que bueno el homenaje a Trejo.
    La Casa del Descalzado es una novela que pocos conocen. Disfrutala.

     

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