Tardes de Cine

Ficciones, Mentiras e Ilusiones Ópticas de la Vida Real

30.11.05

Secreto

En mi familia la navidad se toma muy en serio. Cuando yo era chico la pasábamos siempre en Valdivia y mi abuelo materno leía las tarjetas con aire solemne. Yo era su ayudante. Generalmente cenábamos después de los regalos, o sea, pasado la medianoche. Ya creciditos, seguía esta historia. Cuando murió el viejo, la navidad decayó un poco. Esto coincidió con el nacimiento de mi sobrina, lo que hizo que al agregarse un nuevo brazo político a la familia, y un brazo muy musculoso, hubiese fuerzas centrífugas que arrastraran la fiesta hacia Santiago.
A mi regreso de Londres y tras cuatro navidades sin familia, me encontré con un ritual que seguía más o menos igual, a pesar de que con el paso de los años, ya no éramos los mismos. Esa vez sugerí que termináramos el cuento de los regalos y sólo hiciéramos una cena. Por último, propuse, hagamos un sistema de amigo secreto. Mi mamá odió la proposición y alineó al resto en mi contra. Como en la política, las reformas familiares toman tiempo y lobby.
Al año siguiente, fue evidente que todos estaban comprando los regalos el último día y con criterios inciertos. Yo insistí en mis presiones y de a poco fui ganando adeptos y así fue como en la Navidad pasada, apenas dos semanas antes de la celebración, conseguí el consenso deseado: por primera vez en mi familia se haría amigo secreto. Hice un sorteo trucho en mi casa con unos papelitos y luego llamé a la gente por teléfono. Mi abuela reclamó porque ya tenía los regalos comprados hace como 3 meses, así que tuve que ajustar el sorteo a los bienes disponibles.
La cosa es que este año decidimos hacer las cosas bien. Para el 20 de noviembre, cumpleaños de mi papá, se hizo el famoso sorteo con todos presentes. 5 semanas parecía un lapso prudente para comprar un buen obsequio navideño. Los únicos que quedaron fuera son los niños. Todo bien hasta hoy en que hablé por teléfono con mi hermana mayor y me preguntó si le había comprado el regalo a mi amigo secreto. Por más que me esfuerzo, no logro recordar quién carajo es mi amigo secreto. Tampoco somos una familia muy numerosa, pero el papelito lo destruí tras leerlo una sola vez y sencillamente se me olvidó. Tengo dos posibilidades: hacer una maniobra subterránea y averiguar los amigos secretos de todos los demás y así deducir el mío por descarte. La otra opción es una verdadera prueba de ingenio: comprar un regalo comodín, apto para cualquier obsequiado, sea mi abuela, mi padre, mi madre, una de mis hermanas o uno de mis cuñados. En fin. Los secretos de familia nunca terminan bien.

29.11.05

Cena

Anoche cené con Inti. Nos hemos visto poco últimamente y era necesario ponernos al día y charlar sobre nuestro nuevo proyecto. Como el invitado era vegetariano, cociné una cena ad-hoc, con alcachofas, arroz con verduras y una rica ensalada de rúcula, pepino y champiñones. Al final de la velada se presentó en mi casa Roberto Farías, botella de ron y coca cola al ristre. Era que no. Recién había ganado el premio al mejor actor en el Festival de Cine de Ovalle. Aunque es unánimemente reconocido como un actor excelente, tiene pocos premios a su haber mi amigo. Era una buena razón para celebrar. No terminamos la botella. Por suerte.

28.11.05

Bulimia

Finalmente el ganador del festival de cortos de San Fernando fue un trabajo llamado "Gula". Protagonizado por Taira Court, era una comedia negra que contaba la lucha de esta joven esposa por rehabilitarse de su desorden alimenticio: la bulimia. Con referencias claras de Todd Solondz y Todd Haynes (de este último, ante todo "Safe" con Julianne Moore), la peli era fresca y divertida, además de bien filmada. El final me dio un poco de lata, no estaba a la altura del resto de la historia. En cualquier caso, estaba bueno y José Fonseca, el director, promete.

26.11.05

Caracol

Ayer llegando a este caluroso pueblo venía pensando en Villalón, el tipo que escribió el cuento de "El Tesoro de los Caracoles" (ya no se sabe si lo escuchó, lo inventó o lo vivió). Resulta que vive en San Fernando, pero se me había perdido su número. Temí que se hubiese muerto, porque desde el año pasado está con cáncer al páncreas.
No hago más que bajarme del bus en San Fernando, camino hacia el hotel y a quién veo paradito a la salida de un almacén: Villalón en persona. Quedamos de vernos hoy. Al final de la sesión matinal, donde hubo una charla de Sinteci (el sindicato de técnicos de cine), pasa a buscarme un chofer en un taxi azul y me lleva a la casa de Villalón. Lo encuentro borracho, junto a dos chicos de ojos claros, que según me explicó eran unos vecinos que lo estaban ayudando con labores del hogar. Partimos en el mismo taxi a un restorán en las afueras de San Fernando, medio elegantón. Villalón venía con ese aire fantoche que ha desplegado en nuestros últimos encuentros, aunque está vez lo vi más abatido, seguramente por el avance de la enfermedad.
Mientras almorzábamos, recordamos la primera vez que lo visité, junto a Waissbluth, en Lautaro. Me explicó como pasó los 5 años que transcurrieron hasta que logramos hacer la película. Lo mágico y misterioso que fue nuestro encuentro en Concepción, donde pasé horas deambulando por oscuros laberintos en su búsqueda. Villalón ahora seguía tomando y apenas podía modular. Los demás clientes y los mozos nos miraban de refilón. Yo debía hacer un esfuerzo para entender algo. Pero Villalón me pidió que escuchara con atención. Me dijo que conocerme había sido algo muy importante en su vida. Que gracias a "El Tesoro de los Caracoles" había recuperado el respeto de su familia, había recordardo quién era él y qué cosas había soñado y en resumen había recuperado las ganas de estar vivo. A esas alturas yo empecé a sospechar que sería la última vez lo que vería y acto seguido, él mismo me lo dijo con su meloso estilo retórico.
Yo me puse a pensar en las cosas increíbles que pasan cuando uno colabora con otros en trabajos artísticos, en que uno le debe algo a ellos y ellos a tí, y en esas entregas se produce un vínculo que a veces es secreto y otras veces es visible. Yo ya estaba auxiliando a Villalón con los tenedores que se le caían y las palabras que se le enredaban. Llamé al mozo y tomé control de la situación. Organicé el viaje de regreso y dejé que Villalón se apoyara en mi brazo para poder caminar hasta el auto.
Cuando nos despedimos volvió a darme las gracias y me dijo que me quería mucho, que me amaba como a un hijo. Luego se corrigió: como a un amigo. Villalón me hizo recordar cosas importantes que quizá se me estaban olvidando. Hasta me hizo sentir una buena persona. No es poco cuando uno se siente tan como las hueás.

25.11.05

Fernando

Esta tarde parto a San Fernando, donde una vez más oficiaré de jurado festivalero. Voy a aprovechar la ocasión para visitar a Villalón. El autor o más bien el compilador del cuento en el que se basa mi corto "El Tesoro de los Caracoles". Justamente ayer mientras andaba en el centro recogiendo la lata de mi corto "XX" en el Instituto Arcos y cobrando la plata del evento de agosto en el Cine Alameda, recibí un llamado del festival en que me preguntaban si iba a necesitar un proyector o reproductor de DVD o cualquier infra. Al principio lo encontré medio raro que se tomaran tan a pecho la labor del jurado, pero a poco andar comprendí por ciertas ideas que leí entre líneas, que los tipos del festival contaban con que yo diera una charla a los realizadores presentes. Tema de la charla: el cortometraje en Chile. Fecha de la charla: esta noche. Cáspita. No estaba preparado para eso.
Finalmente aceptaron el tema que propuse: "¿Cómo hice el Tesoro de los Caracoles?". 15 minutos de cháchara, 15 minutos de peli y luego que los realizadores, que seguramente serán dos o tres incautos, pregunten lo que les de la regalada gana. Ojalá que no sea nada muy existencial. El ánimo reflexivo acerca de la vida en que me ando puede hacerme hablar por horas sin parar si es que me incitan, cual Woody Allen criollo. Por favor, un poquito de pudor.

24.11.05

Tarot

Aunque nunca he sido esotérico, le tengo mucho respeto al tarot. La teoría junguiana de la sincronía me parece razonable, no sólo en el naipe sino que en la vida. Y además, me gusta que las cartas por tener imágenes, hablan, o sea, se puede leer sin tener ni idea de la teoría oficial del tarot. Si tienes una inquietud y las cartas te dicen algo, al carajo con lo que diga el manual. Bueno, anoche tuve una sesión tarotística. En un par de momentos se ma pararon los pelos con las fucking cartas que iban saliendo. No requerían comentario por su elocuencia. Elocuencia silenciosa y vívida.

23.11.05

John

Desconozco la biografía de John Irving. Pero creo que alguna vez algo terrible le ocurrió en un accidente automovilístico. Tanto en Garp como en la película de ayer al protagonista se le muere un hijo en un accidente automovilístico. En ambos casos, el protagonista es un escritor. Me hizo pensar en la responsabilidad que significa ser papá y también en los dolores que viven las parejas con sus pequeñas muertes (si acaso la muerte del hijo aquí fuese más bien simbólica de esas pequeñas o grandes pérdidas que se viven cuando se está con alguien). "Mujer Infiel" (penosa traducción de "Widow for a Year") trata de eso. Un escritor cuyo matrimonio está en ruinas tras la muerte de sus dos hijos. Han tenido una nueva criatura, una niña, sobre la cual cae el insoportable peso de reemplazar a los chicos muertos. La pareja establece un receso y en ese momento aparece en la casa un tercer personaje: un jovencito aspirante a escritor, quien durante una temporada va a ser el asistente del protagonista. Obviamente, el tipo ve en el jovencito sus propios deseos y temores juveniles, y de alguna manera lo mismo le pasa a la mujer, quien lo inicia sexualmente y empieza a tener un romance con él. La palabra infidelidad es aquí muy injusta. No creo que haya deslealtad de parte de ella, incluso el marido está teniendo su propio affaire. Hay algo de buscar en este jovencito aquello que se perdió, sea sexual, literario, humano, en fin la vida que se le ha escapado de las manos a ambos y que de alguna manera los condena a estar muertos. Y consiguen sentirse vivos creo, aunque la pena que me dio fue infinita.
Curioso que estos son más o menos los temas de una peli que yo mismo escribí junto a mi socio y otros chicos, adaptando del relato de Marcelo Leonart "Noticias de Milo". Y justo ayer supimos que el proyecto ganó el Fondo Ibermedia, lo que significa que rodamos el 2006. Buenas noticias acerca de la tristeza.

22.11.05

Panorama

Tanto tiempo sin escribir, ya no sé por donde empezar para ponerme al día. Obviamente he visto una avalancha de películas sobre las cuales no escribí. Sin ir más lejos, esta noche voy junto a mi nueva partner cinematográfica (mi abuela) a ver "Mujer Infiel", basada en un fragmento de una novela de John Irving. Me encanta John Irving. Leí "El Mundo según Garp" en inglés y de ahí para adelante lo idolatro (no vi la peli). En fin. Para redondear todo esto, voy a hacer un resumen del año cinematográfico con un premio inventado, no sé qué nombre usaré para bautizarlo, pero de lo que se va a tratar es de comentar las pelis chilenas y elegir la mejor, el mejor actor, el mejor dire de foto, etc. Sólo me falta ver "Mi Mejor Enemigo" para cumplir mi cometido. Todos los demás estrenos del año ya los vi.
Hace poco, trabajando para los documentales sobre música, me tocó ver un documental llamado "El Regreso". Es una producción Filmocentro del año 84, dirigida por Joaquín Eyzaguirre, en la que se narra una breve visita a Chile de Isabel Parra, quien por esos años vivía en París exiliada y recibió un salvoconducto por un mes. El documental es cinematográficamente pobre. Tiene una narración permanente de Isabel Parra, a veces en pantalla a veces en off, y un montaje lamentable repleto de fundidos. Los textos de Isabel Parra son buenos, pero obvios.
La gran gracia del documental es justamente lo que documenta: la intimidad del clan Parra, encabezado por Nicanor, con una Isabel melancólica y guapísima, Lalo y Roberto, Angelito con 17 años, en fin, una maravilla de imágenes. Hay varios momentos sencillamente notables: Lalo y Roberto cantando a dúo "Mijita y yo" en el living de la casa, con Isabel apoyando y Nicanor llevando el ritmo en el brazo del sofá a un evidente destiempo. En otro momento, Nicanor se suma y agarra la guitarra, aunque entre tanto virtuoso es difícil decidir si lo hace bien o mal. A cualquiera se la paran los pelos escuchando a Nicanor decirle a su familia que ha escrito un poema en no sé qué casa. De zopetón empieza a recitar "El Hombre Imaginario" y todos se quedan callados, de hielo, atentos y la cámara panea en planos cerrados de cada uno de los presentes, Lalo, Roberto, Isabel, se me rompió el corazón en esa parte. Y finalmente, Isabel canta un tema para cerrar, paradita junto a una pandereta en el patio, acompañada por un jovencísimo Angelito pelucón y con zapatos Hush Puppies de gamuza y también toca otra chica que no se quién será. La voz de esa mujer y su aura eran la de un ángel. Me enamoré de Isabel Parra.
Fue gracioso leer los créditos del documental, lleno de nombres conocidos. Además de Eyzaguirre, figuraban Tatiana Gaviola (montaje), Pito Álvarez y Pito jr. (luces), Marcos de Aguirre (sonido directo), Miguel Hormazábal (cañista). Me traté de imaginar como sería la vida de toda esa gente en aquellos años, los vericuetos que debe haber sido tratar de filmar cualquier cosa. De alguna manera que el documental no saliese nunca a la calle y se quedara siempre en la casa familiar de los Parra era un acierto. Pero reconozco que me dieron ganas de ver el material original, que según sospecho, podría tener más brillo que el documental mismo.

18.11.05

Casamiento

Esta noche es la boda de mi prima. Ella es 6 años menor que yo y resulta que me presento en la fiesta sin pareja. Espero bailar con mi abuela. Cuando fui a Falabella a comprar el regalo, me pareció que la lista de regalos era eterna y burocrática. Elegí dos DVDs: Apocalipsis Now, de Coppola, y El Hombre Manos de Tijera, de Tim Burton. Un clásico y una historia de amor. Supongo que en forma combinada son un buen augurio para una pareja que recién se casa: la aspiración de que tu amor se convierta en un clásico.

17.11.05

Hielo

Anoche tuve una sesión de rock and roll del bueno. La banda: Hielo Negro. Nunca los había escuchado, ni en vivo ni en disco. Buena energía. Me hicieron despertar, porque a esa hora, cerca de la una, ya empezaba a vencerme el sueño. Antes tocó Goli, el mismo de los Tsunamis, quien además es el novio de la ex de mi socio, que a su vez es la hermana de mi ex, o sea, somos algo así como parte de una especie de familia política extendida. Buen desempeño el de Goli. Cada día más igual a Kurt Cobain.

16.11.05

Vuelvo

El otro día fui con mi abuela a ver "Días de Campo" de Ruiz. Buena película. Me hubiese gustado verla en celuloide. Tampoco mataba a la peli el video. En una parte Patricio Bunster se despachaba un texto que citaba a Luis Alarcón en "Tres Tristes Tigres": "así como llegué, me voy". Pues bien, vamos a dar vuelta la frase a propósito de mi actividad bloguera: "así como me fui, volví."
 
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